Tan erróneo resulta usar palabras cuando no son necesarias como omitirlas cuando se requiere usarlas. Un caso claro es el del dequeísmo y el queísmo, si bien el primero consiste en cometer el error de introducir un "de" ante la conjunción "que"; el queísmo consiste en suprimir la preposición en casos en los que sí debe estar presente. Para que no cometas este error gramatical, en unComo te explicamos con detalle en qué consiste el queísmo.
¿Qué es el queísmo?
El queísmo consiste en el uso incorrecto de la conjunción "que" allí donde debería utilizarse la locución "de que". En muchas ocasiones ocurre con verbos que rigen la preposición y esta se omite erróneamente.
Ejemplos
- *Acuérdate que mañana no iré a comprar. --> Acuérdate de que mañana no iré a comprar
- *¡Me alegro que hayas venido! --> Me alegro de que hayas venido.
Cabe destacar que también ocurre con adjetivos que llevan complementos preposicionales:
- *Su padre estaba seguro que no llegaría a tiempo --> Su padre estaba seguro de que no llegaría a tiempo.
Normalmente es la preposición "de" aquella que se omite, pero también puede darse con otras:
- *Insistió que nos quedáramos a cenar --> Insistió en que nos quedáramos a cenar.
¿Cómo detectar el queísmo?
A la hora de escribir o incluso de hablar, debemos estar atentos a si es necesario el uso de la preposición "de" antes del "que" para no omitirla y estar ante un queísmo. De esta forma, podemos sustituir la oración subordinada por un pronombre y ver si toma sentido sin preposición. Por ejemplo:
- *Le convenceré que no compre un perro. --> *Le convenceré eso.
De esta forma, comprobamos que el uso de la preposición sí es necesario, puesto que la sustitución pronominal correcta sería: "Le convenceré de eso".
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