Cómo motivar a mis hijos

Como padre tienes una gran responsabilidad para que tus hijos crezcan sintiendo que pueden conseguir lo que desean con esfuerzo, ganas e interés. Una buena forma de empezar a motivarles en contando cuentos o historias desde que son bien pequeños. Es una vía muy útil para motivar y que se sientan con ganas de hacer cosas, pues las historias pueden tener una fuerte influencia en su comportamiento.

Haz uso de tu imaginación, hay que saber distraer a un niño consiguiendo enganchar y atraer su atención. Puedes inventar algún tipo de personaje siempre teniendo en cuenta los gustos de tu hijo y plantearle retos con él. Creando ese personaje ficticio y como si de un juego se tratase puedes conseguir que tu hijo se sienta motivado a hacer cosas.

Debes ser sincero con tu hijo y contarle cosas que tú vivías de pequeño, porque no hay nada mejor que las vivencias personales para que tu hijo te escuche y se sienta identificado contigo. Conseguirás su empatía y que comprenda que tú fuiste un niño y sabes lo que significa. Es muy importante tener una actitud positiva, alegre y animada, tu hijo debe notar y sentir que la vida debe disfrutarse y ser vivida con alegría.

Una buena actitud ante la vida puede hacer que todo sea posible, es una importante elección que se debe enseñar a los niños y es base para la motivación.

Busca modelos positivos que tu hijo pueda valorar y admirar aparte de la familia. Personas que sean un modelo a seguir por su actitud, porque luchan por lo que desean, porque persiguen sus sueños y lo hacen desde una perspectiva positiva y respetuosa con el entorno. Tus hijos deben sentir que con esfuerzo, interés y perseverancia todo es posible. Así que aprovecha la más mínima ocasión para hablarle de esas personas.

Valora los esfuerzos de tu hijo, debes fijarte en lo que hace y apreciar su trabajo, incluso si no consigue lo que deseaba. Hay que reconocer y reforzar su comportamiento positivo, para que siga luchando hasta que consiga lo que se propone. Si nota que le apoyas, le quieres y le felicitas se sentirá fuerte y motivado para seguir adelante y mejorando.

Es muy importante explicarle con claridad el por qué de las cosas, no pienses que porque es pequeño no merece la pena darle explicaciones. Piensa que es una persona y su aprendizaje depende de tu esfuerzo. Cuanto mejor le expliques las razones, mejor las entenderá.

Involucra a tu hijo en las decisiones que le puedan corresponder para que sienta que su opinión importa. Si nota que es partícipe de cualquier tema le gustará implicarse.

Cuando se trata de algo que puede que no les guste debes mentalizarle de que debe hacerlo, y darle las razones con tiempo suficiente para que lo asimile. Y en ese sentido es fundamental que como padre prediques con el ejemplo, debes ser coherente y que vea que como padre haces lo que dices, recuerda que eres su máxima referencia.

Siempre debes proponer tareas que tu hijo pueda realizar sin riesgos y sin problemas. En el caso de tareas complicadas, es conveniente marcar objetivos a corto plazo que sean sencillos y alcanzables para que no se aburran a mitad de la tarea. Es de vital importancia para que tu hijo se sienta motivado que entienda que un error no es un fracaso sino una oportunidad para mejorar y luchar. Debe comprender que la vida es un continuo proceso de aprendizaje y que no hay que tener miedo a equivocarse. Por último, no olvides destacar sus virtudes, debe sentir que confías en él para superar cualquier reto.

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