Cómo mejorar la dicción

Cómo mejorar la dicción

Todos queremos expresarnos bien en público, pero no siempre es sencillo articular con fluidez nuestros pensamientos e ideas. Muchas personas tienen un don innato para modular la velocidad y la entonación del habla, pero a otros, expresarse correctamente les cuesta un poco más, especialmente si están rodeados de personas con las que no tienen confianza.

Para mejorar la forma de leer y hablar en público, es necesario tener buena dicción, es decir, articular los sonidos de las palabras de forma adecuada, salvando las características propias del acento y el lenguaje nativo de cada persona. En unCOMO te explicamos varios métodos sencillos de cómo mejorar la dicción para que puedas vencer tus miedos y optimizar tu elocuencia.

Ejercicios de respiración

Si te preguntas cómo mejorar la dicción y la oratoria, el primer paso es realizar algunos ejercicios de respiración. Y es que son muchas las personas que sienten que se ahogan cuando hablan durante varios minutos, un problema que casi siempre viene causado por los nervios.

Para evitar estos inconvenientes que dificultan el habla, es necesario realizar ejercicios de respiración. Si tienes que hablar en público por largo tiempo, realiza estas técnicas 15 minutos antes de tu intervención:

  1. Ponte de pie, con la espalda recta, y coloca tu mano izquierda sobre el vientre y la derecha sobre el estómago, haciendo una leve presión.
  2. Inspira lentamente por la nariz hasta inflar la caja torácica y contraer el vientre.
  3. Luego, saca el aire lentamente por la boca, vaciando el diafragma y relajando el abdomen.
  4. Completa 10 repeticiones y después realiza el mismo ejercicio pero, al inhalar y exhalar, mantén la boca abierta y los dientes juntos, sin apretarlos. De este modo, al respirar, relajarás tus cuerdas vocales.

Al completar estos sencillos ejercicios notarás como, al comenzar a hablar, estás mucho más relajado. Cuando hables, recuerda tomar aire por la nariz y sacarlo por la boca, respirando continuamente.

Perfecciona el ritmo y la entonación

Entre las técnicas más útiles para aprender cómo vocalizar mejor encontramos los ejercicios de modulación; muchas personas tienen un timbre de voz demasiado bajo y les cuesta proyectar la voz. Otras tantas, por el contrario, tienen un timbre tan fuerte que resulta difícil no molestar al oyente.

Con los ejercicios de modulación perfeccionarás el ritmo y la entonación del habla, detectando las pausas y las inflexiones necesarias para hacer más entendible y atractiva tu forma de expresarte.

  1. Para calentar tu garganta, ensaya sílabas que incluyan vocales abiertas (a, e, o) y las consonantes ese (s) y erre (r). Por ejemplo: bra-bre-bro; rae-rea-roa; ere-era-ara; ese-esa-osa; asa-ase-ose... Repite 5 veces cada combinación durante 2 minutos.
  2. Continúa con palabras que incluyan, igualmente, las consonantes ese (s) y erre (r). Por ejemplo: vasos-abrazos-atajos; tenedores-moduladore-repetidores; supervisor-organizador-articulador... repite 5 veces cada combinación, ensayando durante 2 minutos.
  3. Termina la ronda de ejercicios leyendo un texto de, aproximadamente, 200 palabras en un minuto. Así, en solo 5 minutos, activarás tu lengua, garganta y pulmones para modular correctamente el habla.

Practica la modulación de las vocales

Cunado te propones aprender cómo mejorar la dicción, la modulación de las vocales es fundamental. Si no pronuncias adecuadamente las vocales abiertas o fuertes (a, e, o) o las vocales débiles o cerradas (i, u), sin duda tendrás serios problemas de dicción.

Un buen ejercicio para practicar la modulación de las vocales consiste en repetir combinaciones de las tres vocales abiertas y de las dos cerradas, aumentando gradualmente la velocidad en la repetición de las frases.

  1. Por ejemplo, puedes comenzar con repetir tres veces la combinación a-e-a.
  2. Luego, alternas al orden e-a-e y sigues con la secuencia a-o-a y o-a-o.
  3. Para finalizar con las vocales fuertes, repite la secuencia e-o-e y o-e-o.
  4. Antes de decir cada frase, inhala por la nariz y, cuando pronuncies las vocales, exhala por la boca.
  5. Para las vocales débiles, simplemente alterna varias veces seguidas la secuencia i-u y u-i.

Leer en voz alta

El consejo fundamental si no sabes cómo mejorar la dicción y cómo mejorar la oratoria es leer en voz alta, pues sin darnos cuenta. De igual manera, el timbre y la entonación de la voz son esenciales, por lo cual debes modular el volumen de voz de acuerdo con el contexto.

Si, por ejemplo estás en una charla con amigos, no es necesario que hables muy alto, pero si se trata de un evento público, necesitarás subir los decibelios.

Lee en voz alta por 10 minutos en casa, frente a familiares y amigos. Procura buscar lecturas primero sencillas (noticias, textos literarios), que no incluyan términos demasiado complejos. Así mejorarás la entonación y la articulación de las palabras. Luego, puedes avanzar con lecturas más complejas.

No te comas ni cambies las consonantes

Un problema recurrente en la dicción de muchas personas es que, sin darse cuenta, omiten la pronunciación de letras consonantes al finalizar una palabra. Esto sucede principalmente con la letra ese (s), aunque no es extraño dar con otros ejemplos.

También es frecuente escuchar la articulación de términos erróneos como "vusté" (usted), "haiga" (haya), "hubieron" (hubo).

Una buena forma de corregir estos problemas y aprender cómo vocalizar mejor es leer en voz alta separando las palabras en sílabas. Por ejemplo: "el-á-gil zo-rro sal-ta". Leyendo cada oración lentamente y desglosando las palabras en sílabas, te ayudará a memorizar la escritura y pronunciación correcta de cada palabra.

Mejora tu vocabulario personal

Para evitar todos estos errores comunes, lo principal es conocer la grafía de las palabras y las características básicas de la gramática española. Un buen repaso por el Diccionario de la Real Academia Española te permitirá mejorar tu vocabulario y ampliar tus conocimientos.

No se trata de aprender términos poco comunes para aparentar ser alguien culto, sino aprender los términos esenciales que necesitas utilizar al expresarte en público, sobre todo en situaciones formales. Este artículo sobre Cómo ampliar mi vocabulario puede resultarte de gran ayuda.

Perfecciona tu acento nativo

Otro punto esencial para aprender cómo mejorar la dicción y la oratoria es saber conjugar las normas ortográficas que rigen tu idioma con las particularidades del acento nativo. Una buena dicción no significa perder la originalidad y la esencia de tu idioma nativo.

La idea es hacerte entender de la mejor manera, conjugando tu acento natural con un vocabulario estándar, es decir, sin abusar de los coloquialismos. Para ello, escucha programas culturales de radio y detalla la forma en la que los locutores de tu país se expresan.

Recita trabalenguas

Si aún no tienes claro cómo vocalizar mejor, los trabalenguas son de gran ayuda. Busca en Internet y comienza por trabalenguas sencillos, aumentando gradualmente la dificultad.

Uno de los problemas más comunes al hablar en público es sentirse atragantado por una palabra. La ele (l), la erre (r), la pe (p) y la ese (s) son algunas de las letras que más problemas causan. Algunos buenos ejemplos son:

  • El cielo está enladrillado, ¿quién lo desenladrillará? El desenladrillador que lo desenladrille, buen desenladrillador será.
  • Tres tristres tigres, tragaban trigo en un trigal, en tres tristes trasto, tragaban trigo tres tristes tigres.

Regula la velocidad del habla

Al igual que la respiración, la velocidad del habla marca una gran diferencia. Si hablas muy pausado, aburrirás al público, pero si hablas demasiado rápido, nadie te entenderá.

Si te preguntas cómo mejorar la dicción, ten en cuenta que los expertos recomiendan decir, aproximadamente, 180 palabras por minuto, es decir, 3 palabras por segundo. De este modo, la dicción será dinámica y eficiente, articulando palabras y frases de forma clara y precisa.

La clave está en que te sientas cómodo/a con tu discurso y en que tengas seguridad en ti mismo/a.

Haz una prueba de audio y vídeo

Grábate mientras practiques y observa el vídeo para detallar cómo te desenvuelves en público (gestos, ademanes, muletillas...). Luego, escucha detalladamente el audio para detectar fallos en la modulación, la pronunciación y la respiración.

Puedes leer durante 10 o 15 minutos frente a tus familiares y amigos y corregir, posteriormente, los fallos que no hayas podido controlar.

Para mejorar este punto, te recomendamos echarle un vistazo a este artículo sobre Cómo usar el cuerpo y la voz para una presentación.

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