Cómo interactuar con el público en una exposición

Cómo interactuar con el público en una exposición
Imagen: respuestario.com

Hablar en público es una habilidad que para muchos resulta difícil, mientras que para otros es algo innato. Sin embargo, por poco habilidoso que se seas en esta materia, con algunos consejos y mucha práctica se puede llegar a conseguir bastante oficio, convirtiendo en amenas e interesantes tus charlas. Continúa leyendo si quieres saber cómo interactuar con el público en una exposición.

Pasos a seguir:
1

Lleva lo mejor preparado que puedas el tema de la exposición. No vale con repasar cuatro párrafos un par de días antes y preparar un mínimo guión, porque si no sabes realmente de un tema se va a notar enseguida. Una buena exposición puede durar pocos minutos, pero tiene detrás un trabajo de muchas horas de documentación y síntesis. Visita el artículo Cómo preparar una presentación para tener más ideas.

2

Si no se te da bien hablar en público, ensaya y practica. No hay nada peor que quedarse en blanco en mitad de una exposición por culpa de los nervios o la timidez. Por ello conviene ir al evento mentalizado de antemano, sabiendo lo que uno se va a encontrar y cómo comportarse. Puede ser buena idea practicar delante del espejo o de amigos que se presten a hacer de "público".

3

Juega con el humor para interactuar con el público. No se trata de convertir tu charla en un capítulo del Club de la Comedia, pero un chiste ligero, un juego de palabras o una pizca de ironía bien dosificada pueden hacer que tu público esté mucho más atento a lo que dices y empatice más contigo.

4

Mira siempre a los ojos de tu audiencia. Aunque en realidad no mires a nadie, lo principal es que no parezca que esquivas la mirada o que siempre estás mirando al suelo, porque transmite mucha inseguridad. Un truco es mirar hacia el fondo de la sala, aunque en realidad no estés mirando directamente a nadie, pero lo ideal es encontrar la complicidad entre los integrantes del público, lo cual nos lleva al siguiente punto.

5

Busca cómplices en el público. Si encuentras a gente que sigue con especial atención tu exposición puedes hacerlos partícipes de la misma haciéndoles preguntas, o personificando los ejemplos con ellos, e incluso si el ambiente es el apropiado, haciéndolos subir al escenario. Pero conviene hacerlo cuando estés seguro, porque si no corres el riesgo de hacer sentir incómodo a alguien y que se niegue a participar, y acabas consiguiendo el efecto contrario del que pretendías.

6

No memorices. Una cosa es ensayar y otra es llevar aprendido de carrerilla el discurso. Eso es un riesgo porque los nervios te pueden hacer una jugarreta, y en cuanto te atasques en un punto, ya no vas a saber cómo seguir. Es preferible llevar el tema bien preparado y memorizar en todo caso los bloques temáticos que vas a desarrollar.

7

Una chuleta siempre ayuda. Para aquellas cuestiones que es imprescindible mencionar, en caso de que se te olvide alguna, siempre vienen bien unas pequeñas anotaciones, ya sea en papel o en tu tableta.

8

Sé amable con el público y comprensivo con sus preguntas. Siempre es recomendable al final de una exposición dejar un espacio para el turno de preguntas. Sé paciente y didáctico en las contestaciones, no tengas una actitud prepotente y muestra amabilidad en todo momento.

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