Es de bien nacidos ser agradecidos, reza el refrán. Y nuestros maestros y profesores, desde la guardería hasta la educación universitaria, son una parte muy importante de nuestras vidas, ayudándonos a formarnos como personas y como profesionales. Por ello nunca está de más saber agradecer esa labor al final del curso con un escrito sincero y emotivo. Si quieres saber cómo escribir una carta de agradecimiento a un profesor, sigue leyendo.
Elige el formato.
Piensa en el tipo de relación con el docente a lo largo del curso, si ha sido muy cercana o estrictamente profesional, si ha habido una implicación personal más allá de impartir una asignatura o si se quiere agradecer simplemente su buen hacer explicando la materia. Dependiendo de esos factores puede ser más adecuado escribir una carta en papel e incluso a mano, o puede ser más correcto simplemente mandar un correo electrónico. Ambas pueden ser opciones válidas dependiendo de la confianza que se mantenga con el profesor o profesora, o del tipo de enseñanza que impartan. No es lo mismo una carta de agradecimiento de un alumno de Primaria a sus tutores que la de un universitario a un profesor que tiene cientos de alumnos cada cuatrimestre.
Tratamiento personal.
¿Debo llamar al docente de tú o de usted? ¿Por su nombre de pila o por sus apellidos? La respuesta es bien sencilla: tal y como se le llamaba en clase o en las tutorías. Dar un tratamiento muy formal a alguien con quien ha habido mucha confianza personal durante meses, y viceversa, puede ser algo chocante. Así que simplemente hay que emplear el sentido común.
Ve al grano.
En lugar de dar muchos rodeos, ve directamente a lo que quieres expresar: tu agradecimiento sincero por el trabajo desarrollado durante el curso, y lo mucho que te ha servido para desarrollarte como alumno y como persona. Para ser efectiva la carta no debe ser necesariamente extensa, sino sincera.
Evita expresiones muy generales.
Huye de frases poco concretas como "ha sido un gran profesor" o "he aprendido mucho", que podrían valer para cualquier carta de agradecimiento. Intenta referirte a alguna anécdota o caso concreto que haga al destinatario esbozar una sonrisa o que haga que después de muchos años te recuerde a ti entre todos sus alumnos.
Explica por qué ha sido especial.
La parte fundamental de la carta es explicar por qué ha sido para ti tan especial haber recibido clases de tu profesor o profesora. Qué ha sido de más utilidad para ti y para qué te van a servir en el futuro sus enseñanzas. No hace falta que escribas el capítulo de un libro, con dos o tres frases bien condensadas bastará.
Escoge una despedida adecuada.
"Cordialmente" o "atentamente", si la relación con el destinatario ha sido más formal, o "con cariño", "un abrazo" o un sencillo "hasta pronto", si ha habido más 'feeling'.
Incluye algún detalle.
Una fotografía especial, una copia de las notas, un sobre decorado si es una carta a mano, un pequeño obsequio... Imaginación al poder.
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