El parto

Cuáles son los tipos de parto

Remedios Gómez Alonso
Por Remedios Gómez Alonso. Actualizado: 16 enero 2017
Cuáles son los tipos de parto

Si estás embarazada o te estás planteando tener un hijo, es normal que te vayas informando de los diferentes tipos de parto que existen. ¿Los conoces? Sin tener en cuenta dónde tenga lugar el parto, porque muchas veces y por mucho que se planee es imprevisible. El parto puede ser vaginal o abdominal (en este caso, se realiza una cesárea). Entre los distintos tipos que hay, un parto puede ser espontáneo o inducido, prematuro, o natural. A continuación, en este artículo de unComo te contamos mejor cuáles son los tipos de parto.

Índice

  1. Parto natural
  2. Parto prematuro
  3. Parto inducido

Parto natural

El parto natural se produce sin ningún tipo de medicamento y es la mujer la que decide en qué posición quiere dar a luz. Hay diversos estudios que han demostrado que la postura vertical es muy positiva y beneficiosa para favorecer el parto, y que la horizontal la dificulta. Estando la mujer en vertical, el canal del parto se amplia y la fuerza de la gravedad facilita la salida del bebé. Sea como sea, será la mujer la que decida la postura que desea para dar a luz y la que le resulte más cómoda o natural.

Una de las formas de parto natural es el parto acuático, una forma de dar a la luz cada vez más popular. El agua favorece la dilatación y la madre puede estar en una posición más natural. Además, la madre se relaja con más facilidad y se reduce la sensación de dolor. Y la temperatura del agua es positiva para el bebé porque es parecida a la del líquido amniótico, y la transición es gradual y agradable.

Cuáles son los tipos de parto - Parto natural

Parto prematuro

Cuando hablamos de parto prematuro, nos referimos al parto que se produce entre las semanas 28 y 37 del embarazo. Este tipo de parto se da como mucho en un 10% de las mujeres embarazadas. Se asocia no solo con problemas obstétricos sino también con un elevado índice de problemas para el recién nacido, en algunos casos, hasta la muerte. Otro tipo de parto prematuro es el inmaduro, que se produce entre las semanas 20 y 28. Si ocurriese algo antes de la semana 20, se trataría de un aborto.

El problema de un parto prematuro es que existen menos probabilidades de que un bebé sobreviva y tiene la posibilidad de sufrir mayores problemas: parálisis cerebral, problemas en la respiración, retraso mental o de desarrollo, pérdida de visión y auditivas, dificultades digestivas, y problemas de conducta y/o aprendizaje. Algunos de los factores de riesgo para que se produzca un parto prematuro son: enfermedades de la madre que afecten a las vías urinarias, vaginales, renales, diabetes, alteraciones tiroideas, problemas cardíacos, abortos previos, partos prematuros anteriores, anomalías uterinas, madre menor de 18 años o con más de 35 años, hemorragias, trabajo muy estresante y duro, malformaciones del feto, obesidad, diabetes gestacional, tabaco y nutrición deficiente, entre otros factores.

Parto inducido

El parto inducido es el parto que se provoca según consideración de los médicos, y existen varias justificaciones para que se decida inducir el parto. Entre las más relevantes están las enfermedades de la madre, que pueden suponer un grave riesgo para la salud del feto o de la embarazada como pueden ser la hipertensión o la diabetes (sobre todo, la de tipo I). También si hay patologías de tipo cardíaco, pulmonar, hepático o renal, hemorragias, infecciones del útero o algún tipo de cáncer, puede ser motivo para la inducción del parto.

Otra causa que puede ser decisiva para inducir un parto, es que el embarazo esté siendo prolongado. Si el periodo de gestación supera las 42 semanas, el envejecimiento de la placenta puede dificultar la nutrición del bebé y poner en riesgo su salud.

Otro motivo para provocar un parto es por la ruptura temprana de las membranas. Cuando se rompen aguas, lo más normal es que empiecen a aparecer contracciones y después se inicie el proceso de dilatación. Si esto no ocurre, el parto habrá que provocarlo por el riesgo de infección tanto para la madre como el bebé. Antes de inducir el parto, siempre hay que cerciorarse de que los pulmones están suficientemente desarrollados.

Uno de los motivos para que el médico decida inducir el parto es por la presencia de meconio en el líquido amniótico. Si el especialista ve que el líquido tiene meconio (que son las primeras heces del bebé), habrá que dar por finalizado el proceso de gestación porque es una señal clara de que al feto le ocurre algo ya que ha defecado dentro del útero y si lo aspira podría morir.

El crecimiento intrauterino retardado también es otro de los motivos para que se decida provocar el parto, ya que el feto deja de crecer a un buen ritmo dentro del útero, lo que indica que existe alguna alteración que dificulta la nutrición del pequeño.

También existen otro tipo de razones no médicas que pueden ser concluyentes para que se tome esa decisión. Si una mujer ya ha sufrido un parto prematuro, si el feto se desarrolla muy rápido, o si se vive muy lejos de un hospital, entre otras.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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